Qué son?

Eventos responsables

Descubre todas las claves que rodean a los eventos que hoy son máxima tendencia 

¿Qué es un evento responsable? Esa es la pregunta que cada vez se repite con más asiduidad y cuyas respuestas toman forma de manera más visible cada día.

Un evento responsable va más allá de las simples razones que inspiran su convocatoria, ya que promueve el crecimiento sostenible del planeta y armónico de la sociedad. Y es que pone en práctica una serie de medidas que promueven el desarrollo ambiental, social y económico tanto desde una perspectiva local como global.

Hoy en día, hay muy pocos eventos que tengan en cuenta las implicaciones de los mismos sobre el medio ambiente y la economía social. La razón estriba en los cambios de modelo y de relaciones económicas, todavía perezosos con la idea, y también en que es bastante complicado todavía desarrollar eventos que cumplan al 100% los estrictos requisitos que implicaría la denominación «responsable».

Antes que todo eso, encontramos acciones aisladas sostenibles en muchos eventos, pero, el solo hecho de que sean aisladas, contradice una de las bases principales de las actividades responsables, que exige que tengan en paralelo una perspectiva global e integral.

Aunque no desesperemos y no perdamos de vista el objetivo por difícil que sea de acometer en estos momentos. Y es que todos los eventos deberían construirse sobre una base de sostenibilidad. Ya sea una feria, una exposición, una conferencia o cualquier otro evento corporativo o deportivo, la sostenibilidad del evento se debería de cumplir en cualquiera de ellos.

¿Cuáles son los empeños que deben guiar las acciones?

El evento debe abordarse con criterios ecológicos y ambientales y, por lo tanto, con la vista puesta en minimizar los impactos negativos.

Al mismo tiempo, los eventos responsables son aquellos que promueven la economía local. Sus ,  postulados tienen que servir para conciliar sociedades y asumir la diversidad cultural. Y también deberían tener en cuenta los intereses de todos los actores implicados en la acción, como empleados, empresas, beneficiarios, partícipes, instituciones, entidades…

Las organizaciones que acometen los eventos desde una visión responsable obtienen réditos inmediatos como consecuencia de su decisión.

Y es que los beneficios no tardan en llegar. Con un evento responsable se refuerzan los objetivos comerciales de fidelización del cliente y repercusión

social. Aumenta la competitividad de la organización, resaltando de la competencia. Los eventos responsables inciden en el aumento de motivación del personal y en el sentimiento de pertenencia y orgullo de marca. Puede percibirse después que se potencia la capacidad para el trabajo en equipo, dado que mejora el clima general y las relaciones dentro de la organización.

Percepción desde fuera

Desde fuera, los clientes aumentan su empatía con los productos de la marca y demuestran una mayor predilección por la organización frente a su competencia, lo cual es vital en el fomento de la relación comercial.

Puede que exista un aumento en el volumen de compras debido al valor transaccional de su dinero, porque comprende que parte de él se destina a objetivos generales.

Otros aspectos que mejoran con la programación de eventos responsables es el aumento de la visibilidad de la organización y el reforzamiento de la identidad institucional y de la imagen corporativa, que se vincula inmediatamente a buenas prácticas.

¿Cómo se traduce en la práctica la organización de eventos responsables?

La programación de los mismos tiene que tener en cuenta su impacto, bajo la perspectiva de disminuir al máximo los “costes” y maximizar los “beneficios” de todo orden, incluido en ambos casos los aspectos ecológico, medioambientales y sociales. Al final de la acción debería haber un balance completamente positivo referido a acciones directas repercutibles al evento.

Por poner algún ejemplo sencillo: Los equipos audiovisuales deberían usar elementos químicos no pesados y tener consumos eléctricos mínimos. La iluminación debería basarse en tecnología led y se proyectaría para racionalizar su consumo en zonas y horarios diferenciados. O, finalmente, las publicaciones impresas se elaborarían con materiales reciclados y tintas ecológicas biodegradables.

Desarrollar un evento 100% responsable requiere el compromiso de cada una de las partes involucradas, puesto que de nada sirve la voluntad del promotor si no se siguen las pautas por parte de las empresas colaboradoras.

Es imprescindible que el evento esté organizado bajo los criterios de calidad, puesto que se garantiza de esta manera la optimización de los recursos y se disminuye el impacto por errores.

 

Conclusión

Aunque hoy todavía no abundan, los eventos sostenibles son imprescindibles, razón por la cual se convertirán en la norma en el muy próximo futuro. Algo deseable.

Ejemplos

Empresas

EVENTon es uno de los pocos ejemplos que hay de empresas que tienen entre sus fundamentos organizacionales la de desarrollar proyectos solidarios en paralelo a todas y cada una de sus acciones.

Fundaciones

Un ejemplo notable de organizaciones no gubernamentales dedicadas a profundizar en la labor solidaria es Helping by doing, dedicada a enlazar las necesidades de la sociedad con la creciente necesidad de las empresas de aportar a la sociedad más allá de su objeto social tradicional meramente económico.

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